Gambuzza

Gambuzza se dedica al cultivo del Sésamo de Ispica, un pequeño pueblo de la provincia de Ragusa, desde los años 60, guiada por la pasión por su tierra y sus tradiciones, con el objetivo de crear un producto exclusivo pero siempre respetando la naturaleza.

Manteniendo los secretos de un oficio y una tradición antigua y única, ya que está ligada al territorio, producen con la máxima dedicación el preciado Sésamo Orgánico de Ispica, utilizando técnicas específicas y rigurosamente manuales en el respeto de la naturaleza.

El Sésamo de Ispica pertenece a las variedades claras y se distingue por su color ámbar oscuro y su sabor único. No contiene gluten, por lo que es útil para los celíacos, representando una fuente de proteínas, y también los vegetarianos y veganos lo utilizan ampliamente.

Además, es precisamente gracias a la falta de uso de productos fitosanitarios en el cultivo, al secado del producto al aire libre y al uso de técnicas antiguas y tradicionales, que el Sésamo Orgánico de Ispica es rico en principios nutritivos, fibras y minerales beneficiosos como: hierro, magnesio, calcio, fósforo, potasio, sodio y selenio.

A lo largo de los años, la producción del Sésamo de Ispica ha sufrido una gran disminución debido a la recolección muy laboriosa y a la fuerte competencia del producto importado de otros países. Sin embargo, sembrándolo y resiembrándolo en pequeñas cantidades, la familia Gambuzza ha logrado custodiar con el tiempo la semilla originaria, reconocida como Presidio Slow Food en 2016.