

La Colatura di Alici de Cetara es una salsa tradicional de sabor fuerte y aroma intenso, obtenida a partir de anchoas frescas de la más alta calidad. Este producto único se obtiene a través de una elaboración artesanal cuidadosa, siguiendo aún hoy las antiguas técnicas de los pescadores de Cetara. La Colatura di Alici es el condimento perfecto para enriquecer pasta, risotto y platos de pescado, aportando un sabor inconfundible a cada preparación. Gracias a su producción limitada y a la calidad de las materias primas, la Colatura di Alici de Cetara es un símbolo de la tradición gastronómica de la Costa Amalfitana. Ideal para quienes buscan un condimento auténtico y sabroso
Anchoas (90%) Sal (10%)
Cetara es un encantador pueblo pesquero en la Costa Amalfitana, donde la pesca de anchoas ha sido practicada durante siglos. Las aguas cristalinas del Golfo de Salerno son especialmente saladas, creando un ambiente ideal para que las anchoas crezcan y se desplacen libremente. La alta salinidad del agua, junto con la pureza del mar, da a las anchoas de Cetara un sabor intenso y un aroma único, lo que las convierte en un producto famoso en todo el mundo. Este entorno natural único también ha contribuido a que Cetara sea conocida por la producción de "colatura di alici", un condimento precioso y tradicional. La pesca de anchoas no es solo una actividad económica, sino también un verdadero arte que representa el alma de este encantador pueblo pesquero.
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La colatura de anchoas de Cetara es una salsa de sabor intenso y aroma fuerte, obtenida a través de un cuidadoso procesamiento de anchoas frescas, producida aún hoy siguiendo la tradición de los pescadores de Cetara
La receta de la colatura de anchoas, presente en la tradición culinaria desde hace siglos, fue descrita de manera sumaria por Plinio y Horacio y conocida como Garum. En la Edad Media, un grupo de monjes de Cetara recuperó el antiguo procedimiento. En 1807, el fraile franciscano Nicola Colummella Onorati redactó un documento para codificar "todas las prácticas útiles para la gestión de los asuntos domésticos de los pueblos costeros", dando así origen a la receta de la colatura de anchoas. Como muchas recetas que hoy forman parte de la cocina gourmet, la colatura nació como un producto humilde: era un sustituto del pescado fresco para utilizar en los meses de invierno, cuando la pesca era escasa y difícil.
Las anchoas se colocan en un pequeño barril, el terzigno, y se arreglan con la técnica clásica 'cabeza-cola' en capas alternas de sal y se prensan con un disco de madera sobre el cual se colocan pesos. El líquido secretado por las anchoas durante la maduración comienza a aflorar a la superficie, se recoge en grandes botellas de vidrio y se expone al sol durante unos cuatro o cinco meses, para que el agua se evapore y aumente la concentración. Entre finales de octubre y principios de noviembre, todo está listo para la fase final, el sangrado, que suele durar al menos 3 años. El líquido recogido se vuelve a verter en el terzigno donde las anchoas han estado madurando, filtrándose lentamente a través de las diversas capas de los peces y recogiendo las mejores propiedades organolépticas.
El líquido recuperado a través de un agujero practicado especialmente en el terzigno se transfiere a otro recipiente y se filtra con el uso de paños de lino llamados cappucci. El resultado final es un destilado claro de color ámbar intenso, casi caoba, con un sabor fuerte y contundente. Para preservar estas técnicas y certificar la unicidad del producto, en octubre de 2020 a la colatura de anchoas de Cetara se le otorgó oficialmente la marca DOP. La colatura es el condimento tradicional para los espaguetis con almejas, así como para la bruschetta, el brócoli navideño y las verduras hervidas o asadas